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Luis Hernández - Mercurio o el tiempo que fue (y otros poemas)

Kenneth Patchen - Poemas

E. A. Westphalen - Belleza de una espada clavada en la lengua

El korte final

Lelis Rebolledo

Antología de poemas extraídos de libro homónimo
publicado por Ed. Asalto al cielo en 1990.
Lelis Rebolledo vive en el distrito de Catacaos, Piura.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

HABÍAS CRUZADO LAS FRONTERAS...

 

Habías cruzado las fronteras y las luces eléctricas.
La mampostería alrededor de tu silencio.
Melancólica de ti. Incurable combatiente del amor.
Te pusiste tu vincha.
Tu encaje andino en tu vestido de chalís.
Y tu korazón siempre fue el prisionero en la quinta
constelación de los zodiacos.
Astral capullo / viento de la bélika tierra /
Salvo el fuego de Apu Inti / de las vírgenes del sol
decapitadas /
El resto es un vaso de soledades / de espumas besando
tus pies / trozos de periódicos / colillas de cigarros /
empeines arrasados / barrigas serruchadas /
Porque ahora sólo vale la posición de tus ojos.
Tus bromas / tus lúdicos epítetos / tu sangre dulce

Ya no hay cielos prohibidos
Ya no hay cielos prohibidos
Ya no hay cielos prohibidos

 

 

 

 

EN EL EXILIO VIOLETA DE TUS RELÁMPAGOS...

 

En el exilio violeta de tus relámpagos turquesas
has sido despojado de tu barba / de tu tostado de maíz /
de tu chicha / de tus luces opalinas /
Pero vendrá una huelga general
sobre el estanque alucinado de tu cielo.
Y el ómnibus que una vez creíste perdido
Regresará con su arena seca y brillante /
Con sus lanzas y con sus ganas locas de abrazarte /
Entonces Walac chorreará sangre en el vigésimo círculo
de tu vida y pondrá sus ardientes brazos de amor
sobre tus reinos boreales.
Es allí donde la herrumbre dejará de ser
en la piel de las tímidas estrellas.
Oquedad / cielo anestesiado
Ya no habrá manchas en tu lengua. Esto ya no será
indescrifrable.
La medianoche del oprobio será tu dipsomanía.
Este loco afán de sombras instintivas
destinadas a los predios del polvo y las telarañas

 

 

 

 

LA LLUVIA DE TUS INCONFESABLES CABELLOS...

 

La lluvia de tus inconfesables cabellos marrones
ha derrotado a los relojes.
Y el estrépito del tiempo en este diluvio de arenas
Mastica una tumba de hojas
Como el escupitajo de un gallinazo en este piso de carne.
Oh sangre de mí.
Tal vez esto sea un atardecer /
El comienzo de una noche intocable
Elegida para acabar con este enclaustramiento atávico /
con las pesadillas elásticas /
con los hijos del Ku Klux Klan /
con las palabras vetadas /
con los ombligos de plomo /
Entonces le haremos una estatua ardiente a tu korazón.
Miraremos el crepúsculo desde Simache hasta Matacaballo.
Aunque por ello nos quiebren los tobillos.
Nos corten la lengua y las uñas.
Sin embargo todo ya está escrito en las cartas.
En tu sable y en el relincho de tus ojos.

De una vez abre y revienta tus goznes.

 

 

 

 

TE ALEGRASTE DE VOLVER...

 

Te alegraste de volver /
Pero a muchos / poco le importó que volvieras /
Sólo sentiste que el viento te empujaba hacia el mar
para revelarte el secreto de los brujos /
y después de abrir con tu pequeño cuchillo
el pecho verde de las olas
Volviste
pero a muchos / poco le importó que volvieras

 

 

 

 

¿CUÁL FUE TU INOCENTE DELITO?...

 

¿Cuál fue tu inocente delito?
¿Qué pasó durante tu permanencia aquí en la tierra?
Te saliste del libreto viejo lobo.

Sin embargo no tuviste cuidado de nada.
Viviste como diría Franz:
como un escarabajo.
Tratando de coger el tiempo con tus uñas
kon la poca paciencia que tenías /
y Ahora tienes que resignarte a ser
el mismo escarabajo kafkiano
confundido con el desierto.

 

 

 

 

SEGURO QUE TE VOY A RECIBIR...

 

Seguro que te voy a recibir con un seco de chavelo.
Con paltas de Morropón.
Y los domingos te recibiré neolítikamente con un pepián
de pava.
Mi pescadora / mi cebichera / mi marisquera / mi frugívora /
- subterránea muchik -
Ya te estoy haciendo tu casa en la chacra.
Donde criaremos conejos / río misio / río piura
- las esteras argamasadas de la noche-
Entonces el mundo va quedarnos muy pequeño.
Tu techo de tejas. Te regalaré un collar de concheperlas.
Y tendremos la fotografía de los dos en nuestra sala.

Allí nuestras ficciones no se rendirán
los trescientos idiomas que tu pueblo habla
no fatigarán nuestra esperanza.

El sol amotinado está saliendo de sus cuevas.

 

 

 

 

ABSORTO MAR...

 

Absorto mar
jamás podré olvidar la aventura suprema de tus besos /
los signos remojados con el tono de tus migrantes días /
pues en cada partida de ajedrez apuestas por mi vida /
pero jamás abdicaré a este sentimiento salvaje
que siento por ti /
Yo sé que me extrañas / azulejo incendio
Por eso tiendo mi nostalgia de tabaco
entre tus camisas blancas.
Y mi luciente xoledad flaca huesuda.
Nunca dejará ponerse un korazón de vinílico.
Siempre serás un chiquillo pertinaz.
Una sombra irredimible.
La ofrenda de los dioses en Yacila.

 

 

 

 

ESTE ES EL ALTAR DE LOS CONDENADOS...

 

Este es el altar de los condenados.
Aquí se precisa que nadie se vista de infame.
Traspié. Terrones de azúcar blanca en el mantel. Palio de Onix.
Aquí empieza nuestro ajuste de cuentas:
La inclemente luna de los álamos
se ha retirado a las madrigueras de estos recuerdos remotos.
Despiadados. Metafisizantes. Devueltos al agua.
Recuerdos que retuercen el cuello a las tinieblas.
Ciénaga fantasmal.
Tú le inyectas potasio y nitrato
a tus riquezas condensadas.
En estos palacios / Templos del oprobio /
Lugares donde tu cuerpo renace
como un Quetzal de acetileno y petróleo.
En esta boca de lobos y zopilotes.
Donde tu poesía será un bólido de fuego
El gatillo azul de una pistola / el canto de las grullas /
Ni una sola palabra más. Ni una sola. Nadie quedará a salvo.

 

 

 

 

ANOCHECHE BRUJO POETA PENETRADOR...

 

Anochece brujo poeta penetrador de laberintos.
Anochece detrás del firmamento.
En este calendario de espuelas y monturas.
De coreografías desgarradas por el ocaso. Maldita hora.
Guardarás la duda en tus bolsillos.
La sombra coagulada de tu visión presentida en la cárcel.
Ese resfrío que pescaste de tanta detención injusta.
Como el repaso indeterminado de tus cosas ocultas:
plumas / mates / chiculas / alforjas / aretes / muñecas de trapo /
Oráculos pequeños
mezclados con tu sudor
con el graznido etéreo de los cuervos.
Y así fue anocheciendo en Kalassasaya
pues la altiplanicie no puso candado entre sus brazos
Ni permitió que los puentes
pasen olvidando sus sandalias mojadas.
Alto Chimor. Alto camino. Alto cielo.
Esta lujuriosa opresión no quedará impune entre la sangre
de las grutas.
Ni tus ojos se quedarán desencajados.
La estación de la mudanza es tuya. El resplandor de tu huerto.
El aleteo de esta campana sigilosa que se aferró a ustedes.
A nosotros. Aquí en Lurigancho.
Donde la vileza de una fosa es comparable a un canto de zumayas.
Como esta marea de Chicama que va cubriendo las islas
y las pústulas de mi korazón.

 

 

 

 

FUERON LOS APOCALÍPTICOS CONQUISTADORES...

 

Fueron los apocalípticos conquistadores
los que a costa de su danza funeraria
y de sus lenguas infieles
Hicieron un forado al torso desnudo de la tierra
para guardar la ceniza de los muertos
y los nombres de las flores.
Cuentan que vivieron subordinados a sus bolsas de oro /
desplegando sus modernas guillotinas.
Se sabe también que sus quintaesenciados instrumentos
de tortura
les permitieron la vergüenza opípara de siglos /
su neurastenia / su malicia /
su hiperfalsedad glorificada por medallas
Pero todos sus códigos
y la programación maléfica de sus designios
Es un boomerang que rasga la noche

 

 

 

 

ESTOS GATOS SON TUYOS...

 

Esos gatos son tuyos / maldito y amenazante poeta.
No expirarán jamás en tu retrato de curandero enamorado.
Están atestados de fantasmas. De duendes y demonios.
De escobas y murciélagos. De hollín y cenizas.
Gatos de karne vegetal. Karne de goma.
Y tú jodido de hotel en hotel, de manicomio en manicomio /
oscilando como un péndulo de fuego
entre la música siniestra y la muralla de los victimados.

 

 

 

 

A ESTE CARGAMENTO DE AÑOS Y SIGLOS...

 

A este cargamento de años y siglos
le sucederá la gran marcha de la luna /
Con sus templos del cielo y sus ciudades prohibidas /
Y cuando marchemos / la vida será menos terrible /
Serán desenterradas las flores lilas
de sus inexpugnables moradas /
Y tú serás el mismo espejo roto
donde tu imagen de polvo no volverá a ser reflejada.

 

 

 

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