HABÍAS CRUZADO LAS FRONTERAS...
Habías cruzado las fronteras y las luces eléctricas.
La mampostería alrededor de tu silencio.
Melancólica de ti. Incurable combatiente del amor.
Te pusiste tu vincha.
Tu encaje andino en tu vestido de chalís.
Y tu korazón siempre fue el prisionero en la quinta
constelación de los zodiacos.
Astral capullo / viento de la bélika tierra /
Salvo el fuego de Apu Inti / de las vírgenes del sol
decapitadas /
El resto es un vaso de soledades / de espumas besando
tus pies / trozos de periódicos / colillas de cigarros /
empeines arrasados / barrigas serruchadas /
Porque ahora sólo vale la posición de tus ojos.
Tus bromas / tus lúdicos epítetos / tu sangre dulce
Ya no hay cielos prohibidos
Ya no hay cielos prohibidos
Ya no hay cielos prohibidos
EN EL EXILIO VIOLETA DE TUS RELÁMPAGOS...
En el exilio violeta de tus relámpagos turquesas
has sido despojado de tu barba / de tu tostado de maíz /
de tu chicha / de tus luces opalinas /
Pero vendrá una huelga general
sobre el estanque alucinado de tu cielo.
Y el ómnibus que una vez creíste perdido
Regresará con su arena seca y brillante /
Con sus lanzas y con sus ganas locas de abrazarte /
Entonces Walac chorreará sangre en el vigésimo círculo
de tu vida y pondrá sus ardientes brazos de amor
sobre tus reinos boreales.
Es allí donde la herrumbre dejará de ser
en la piel de las tímidas estrellas.
Oquedad / cielo anestesiado
Ya no habrá manchas en tu lengua. Esto ya no será
indescrifrable.
La medianoche del oprobio será tu dipsomanía.
Este loco afán de sombras instintivas
destinadas a los predios del polvo y las telarañas
LA LLUVIA DE TUS INCONFESABLES CABELLOS...
La lluvia de tus inconfesables cabellos marrones
ha derrotado a los relojes.
Y el estrépito del tiempo en este diluvio de arenas
Mastica una tumba de hojas
Como el escupitajo de un gallinazo en este piso de carne.
Oh sangre de mí.
Tal vez esto sea un atardecer /
El comienzo de una noche intocable
Elegida para acabar con este enclaustramiento atávico /
con las pesadillas elásticas /
con los hijos del Ku Klux Klan /
con las palabras vetadas /
con los ombligos de plomo /
Entonces le haremos una estatua ardiente a tu korazón.
Miraremos el crepúsculo desde Simache hasta Matacaballo.
Aunque por ello nos quiebren los tobillos.
Nos corten la lengua y las uñas.
Sin embargo todo ya está escrito en las cartas.
En tu sable y en el relincho de tus ojos.
De una vez abre y revienta tus goznes.
TE ALEGRASTE DE VOLVER...
Te alegraste de volver /
Pero a muchos / poco le importó que volvieras /
Sólo sentiste que el viento te empujaba hacia el mar
para revelarte el secreto de los brujos /
y después de abrir con tu pequeño cuchillo
el pecho verde de las olas
Volviste
pero a muchos / poco le importó que volvieras
¿CUÁL FUE TU INOCENTE DELITO?...
¿Cuál fue tu inocente delito?
¿Qué pasó durante tu permanencia aquí en la tierra?
Te saliste del libreto viejo lobo.
Sin embargo no tuviste cuidado de nada.
Viviste como diría Franz:
como un escarabajo.
Tratando de coger el tiempo con tus uñas
kon la poca paciencia que tenías /
y Ahora tienes que resignarte a ser
el mismo escarabajo kafkiano
confundido con el desierto.
SEGURO QUE TE VOY A RECIBIR...
Seguro que te voy a recibir con un seco de chavelo.
Con paltas de Morropón.
Y los domingos te recibiré neolítikamente con un pepián
de pava.
Mi pescadora / mi cebichera / mi marisquera / mi frugívora /
- subterránea muchik -
Ya te estoy haciendo tu casa en la chacra.
Donde criaremos conejos / río misio / río piura
- las esteras argamasadas de la noche-
Entonces el mundo va quedarnos muy pequeño.
Tu techo de tejas. Te regalaré un collar de concheperlas.
Y tendremos la fotografía de los dos en nuestra sala.
Allí nuestras ficciones no se rendirán
los trescientos idiomas que tu pueblo habla
no fatigarán nuestra esperanza.
El sol amotinado está saliendo de sus cuevas.