Cuatro poemas de Carmen Ollé, extraídos de: Todo orgullo humea la noche, Lluvia Editores, Lima, 1988.
A UN FUNCIONARIO
Nada hay más transparente que un beso oculto, o más
tierno que un tigre, ni tan suave como el sonido de
la seda en un soneto.
AMOR Y ODIO
De joven fui generosa.
Llené mis arcas con codicia
y también las vacié.
CUARTETA
Yo, Carmen, tu mujer, amo tus labios
mentirosos
pues yo soy la más gruesa, la de mejor
salud y la más mentirosa.
BARES
Vivir es alegre —los he oído reír cada vez
más fuerte— y seguían cada vez mas alegres—
la noche se apiada de mí porque no siento
vergüenza.
Y una más pide el más ronco —que traga sin ser
procaz— porque es suave y delicado —adora la
botella como una nalga de mujer—
a grandes sorbos.
Aquél sí es de lo peligrosos: roba mata miente
y es astuto — pero cuando pasa próximo a mi mesa
sus grandes ojos de arañas sedosas se deslizan
como un tigre en mi regazo — Por fin siento
que he viajado—
— Carmen Ollé
Extraído de Todo orgullo humea la noche, Lluvia Editores, Lima, 1988 (pp. 26, 30, 13, 11).