A un funcionario

Autorretrato en Weimar (1906) | Edvard Munch

Cuatro poemas de Carmen Ollé, extraídos de: Todo orgullo humea la noche, Lluvia Editores, Lima, 1988.

A UN FUNCIONARIO

Nada hay más transparente que un beso oculto, o más
tierno que un tigre, ni tan suave como el sonido de
la seda en un soneto.

AMOR Y ODIO

De joven fui generosa.
Llené mis arcas con codicia
y también las vacié.

CUARTETA

Yo, Carmen, tu mujer, amo tus labios
mentirosos
pues yo soy la más gruesa, la de mejor
salud y la más mentirosa.

BARES

Vivir es alegre —los he oído reír cada vez
más fuerte— y seguían cada vez mas alegres—
la noche se apiada de mí porque no siento
vergüenza.
Y una más pide el más ronco —que traga sin ser
procaz— porque es suave y delicado —adora la
botella como una nalga de mujer—
a grandes sorbos.
Aquél sí es de lo peligrosos: roba mata miente
y es astuto — pero cuando pasa próximo a mi mesa
sus grandes ojos de arañas sedosas se deslizan
como un tigre en mi regazo — Por fin siento
que he viajado—

Carmen Ollé
Extraído de Todo orgullo humea la noche, Lluvia Editores, Lima, 1988 (pp. 26, 30, 13, 11).

Yendo al colegio para recoger a mi hija

Carmen Ollé y Enrique Verástegui, con su hija Vanessa.

Un poema de Enrique Verástegui, extraído de Angelus Novus (Tomo II, p. 318), coeditado por Ediciones Antares y Lluvia Editores en Lima, 1990.

YENDO AL COLEGIO PARA RECOGER A MI HIJA

(Para Vanessa)

Un sauce con ramas tercamente delicadas
sostiene un lánguido follaje verde pálido destrozándose
……….. como ligera llovizna de flores que se curvan
sobre el auto que pasa lentamente perdido en la mañana.
Una pequeña fábrica arroja desperdicios sobre la vereda soli-
……….. taria.
Flores celestes se incrustan al follaje verde adhiriéndose
……….. pensativo en la pared rosada.
Sobre una vereda contemplo transitar a la gente bellamente a-
……….. purada.

Abro un libro donde el auto que pasa lentamente intranquilo
……….. se dirige hacia su perdición.

Mi hija aún no se aparece pero allí está, esperándome, en el
……….. colegio.
Un chillido de pequeños jilgueros traviesos
atruenan los jardines de la entrada.
Un tormentoso río de cemento grisáceo nos separa.
Estoy parado en una esquina con una flor que señala el libro
……….. donde el auto busca una dirección inservible.
Paredes intensamente violetas con dinteles de yeso blanco,
las ventanas ojivales o cuadradas se mecen en el ramaje de
……….. árboles crecidos como un sueño.
A izquierda y derecha una avenida con árboles oscuros.
Al frente del colegio que abre sus verjas -cruzando la calle-
……….. el sauce aún curvándose
sobre el auto que pasa para recoger los productos de la
……….. fábrica.
Cierro el libro y me acerco al colegio,
mi hija apretándome la mano vuelve a casa ahora conmigo.

— Enrique Verástegui