Dos poemas de Salvatore Quasimodo (1901-1968), extraídos de: El ciervo en la fuente(Versiones poéticas de Ricardo Silva-Santisteban), Tomo I, Alastor Editores / Universidad Ricardo Palma, Lima, 2019.
Y DE PRONTO ANOCHECE
Cada cual está solo sobre el corazón de la tierra traspasado por un rayo de sol: y de pronto anochece.
ELEGÍA
Helada mensajera de la noche, límpida has retornado a los balcones de las casas destruidas, encendiendo tumbas desconocidas y abandonados restos de la tierra humeante. Aquí reposa nuestro sueño. Y retornas solitaria al norte, donde todo se apresura sin luz hacia la muerte, y tú resistes.
— Salvatore Quasimodo Traducción de Ricardo Silva-Santisteban Extraído de El ciervo en la fuente, Tomo I, Alastor Editores / Univ. Ricardo Palma, Lima, 2019 (p. 467).
Cuatro poemas de Carmen Ollé, extraídos de: Todo orgullo humea la noche, Lluvia Editores, Lima, 1988.
A UN FUNCIONARIO
Nada hay más transparente que un beso oculto, o más tierno que un tigre, ni tan suave como el sonido de la seda en un soneto.
AMOR Y ODIO
De joven fui generosa. Llené mis arcas con codicia y también las vacié.
CUARTETA
Yo, Carmen, tu mujer, amo tus labios mentirosos pues yo soy la más gruesa, la de mejor salud y la más mentirosa.
BARES
Vivir es alegre —los he oído reír cada vez más fuerte— y seguían cada vez mas alegres— la noche se apiada de mí porque no siento vergüenza. Y una más pide el más ronco —que traga sin ser procaz— porque es suave y delicado —adora la botella como una nalga de mujer— a grandes sorbos. Aquél sí es de lo peligrosos: roba mata miente y es astuto — pero cuando pasa próximo a mi mesa sus grandes ojos de arañas sedosas se deslizan como un tigre en mi regazo — Por fin siento que he viajado—
— Carmen Ollé Extraído de Todo orgullo humea la noche, Lluvia Editores, Lima, 1988 (pp. 26, 30, 13, 11).
Tres poemas de Nicolás Guillén, extraídos de: Nueva antología mayor, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1979.
BARES
Amo a los bares y tabernas junto al mar, donde la gente charla y bebe sólo por beber y charlar. Donde Juan Nadie llega y pide su trago elemental, y están Juan Bronco y Juan Navaja y Juan Narices y hasta Juan Simple, el sólo, el simplemente Juan.
Allí la blanca ola bate de la amistad; una amistad de pueblo, sin retórica, una ola de ¡hola! y ¿cómo estás? Allí huele a pescado, a mangle, a ron, a sal y a camisa sudada puesta a secar al sol.
Búscame, hermano, y me hallarás (en La Habana, en Oporto, en Jacmel, en Shanghai) con la sencilla gente que sólo por beber y charlar puebla los bares y tabernas junto al mar.
LLUVIA
Bajo el cielo plomizo de la tarde lluviosa, llora el agua con lágrima monótona.
Miro tras los cristales las ramas temblorosas enjoyarse con sartas de gotas.
Se desbordó el arroyo, inundó cuatro chozas. (A mí me sobresalta la odisea de esta hormiga, ahogada en una rosa.)
MAR
Ahora está inédito, nuevo, sin estrenar, el mar.
— Nicolás Guillén Extraído de Nueva antología mayor, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1979 (pp. 174, 25, 23).
Tres poemas de Aldous Huxley, originalmente publicados en 1918 y 1920; extraídos de: Poesía completa. Edición bilingüe y traducción de Jesús Isaías Gómez López. Cátedra, Madrid, 2011.
FATIGA
La mente ha perdido su aristotélica elegancia de forma: sólo hay una oscuridad donde pompas e ilógicos globos emergen hasta hacer estallar sus luminosos carrillos y esfumarse.
Una mujer con una cesta en la cabeza: un farol chino un tanto torcido: el difuso abultamiento brillante de los frascos de las farmacias; y luego en mis oídos el ruido distante de una impresionante riada humana. Y frases, frases —
Solo es un asunto de alforjas, Stane Street y Gondibert, potros en Islandia (¿o era potros en áspic?).
A medida que ese rojizo diablillo se aparta con una insolente protuberancia en el trasero, tomo conciencia de que su encrespado rabo de perrillo faldero es el botón de un timbre eléctrico. Pero eso no me inquieta tanto como la vista de todas estas bruñidas estatuas centelleando con luces largas, todas ellas grotescas y todas ellas colosales.
EL DECAMERÓN
El mediodía, bajo la espesa sombra de los árboles, vibrando de calor, con el sonido de los laúdes se estremece: medio ensombrecida, medio soleada, una gran fuente de frutas reluce púrpura y dorada: las vasijas de vino frescas en sus cuévanos de nieve: se atemperan y brillan los colores: terciopelo oscuro, donde entre las hojas un rayo de sol se dispara, partiéndose en un cristal de escarlata: unos dedos que pulsan las raíces mantienen el lánguido tiempo hasta el suave y lento declive de la música.
De pronto, de la puerta sale un grito, espantosas risas entrecortadas, apenas humanas por el sonido; unas demacradas manos arañadas se abren paso entre las rejas desesperadamente, agarrándose firmemente al perfumado aire, mientras en el suelo yace la pobre carroña castigada por la peste, que se ha encontrado con fuerzas para arrastrarse a morir maldiciendo al sol.
TRANQUILIDAD VERANIEGA
Las estrellas son instantes dorados en el profundo e inmaculado espacio de la noche; la luna se ha puesto: el río duerme, extasiado, un suave y sereno sueño que parece tan inmóvil que olvido los huecos puentes retumbantes, donde se desliza, sombrío por las tristes miradas que soporta, hacia un mar cuyas mareas sin retorno arrebatan los avistados barcos y el canto de los marineros.
— Aldous Huxley Traducido por Jesús Isaías Gómez López
Notas: * “Fatiga” fue originalmente publicado en Leda (Chatto & Windus, Londres, 1920). La edición de Cátedra lo incluye en el Apéndice 2, Poemas en prosa de Leda, p. 601, con las siguientes notas: a) Stane Street es una vía romana que enlaza la pequeña ciudad de St. Albans, al sur del condado de Hertfordshire (a unos 35 km al norte de Londres), con la ciudad de Colchester, en el condado de Essex. b) Gondibert es un poema épico publicado en 1651 por el poeta y dramaturgo inglés sir William D’Avenant (1606-1668) (…) que escribió como preso condenado a muerte por Oliver Cromwell en la Torre de Londres, (y) contó desde entonces y hasta nuestros días con el rechazo unánime de la crítica, siendo reprobado especialmente por su tono marcadamente afectado y de pésimo gusto. c) Áspic, según definición dada por el Diccionario de la lengua española, RAE (22.ª ed.): “Plato frío, especialmente de carne o pescado, que se presenta cubierto de gelatina en un molde”. * “El Decamerón” y “Tranquilidad veraniega” fueron originalmente publicados en The Defeat of Youth & Other Poems (La derrota de la juventud y otros poemas) (Blackwell, Oxford, 1918); y figuran en las páginas 323 y 291 del tomo editado por Cátedra.